Una nueva cultura de la vivienda: el modelo ANDEL

Los ANDEL no son sino un modelo de cooperativas de cesión de uso desarrollado en Dinamarca y que parece estar teniendo buena aceptación en otras partes de Europa, fundamentalmente.

Las cooperativas de cesión de uso, sin embargo, no solo se contemplan ya en nuestra legislación cooperativa y de protección pública a la vivienda como forma de acceso a una vivienda sino que responden mejor que ningún otro modelo a los principios cooperativos regulados en el artículo 7 del Reglamento de la Alianza Cooperativa Internacional: puerta abierta, democracia, participación económica, autonomía e independencia, educación, cooperación e interés por la comunidad.

Y subrayamos que es el modelo cooperativo que mejor encaja en el espíritu cooperativo por cuanto permanece en el tiempo, al contrario que las cooperativas ad hoc que pierden su objeto social, desapareciendo, con la adjudicación de las viviendas a sus socios en propiedad.

Una fórmula de implementación de este modelo en España sería, en primer término, a través del acceso a la propiedad del suelo a construir o, directamente, del edificio a gestionar, quizás, previa rehabilitación, a censo, de tal manera que el desembolso inicial de la cooperativa no vaya más allá del coste de construir o rehabilitar. Y, en un segundo momento, mediante la gestión del inmueble a través de la cesión de uso de las viviendas y demás departamentos a sus socios con carácter vitalicio, de tal manera que con un pequeña entrada – o, incluso, sin entrada – una persona interesada pueda acceder a una vivienda sin las cargas propias de una compra financiada en un momento como el actual de incertidumbre económica para la mayoría de familias, pero con la sensación – psicológica – de creerte propietario porque no se te va a acabar el “arrendamiento”. Con las cuotas de los socios la cooperativa irá pagando la cuota o pensión del censo e, incluso, en un momento dado, podrá redimir el censo pagando el valor del suelo o, incluso, amortizada la construcción o la rehabilitación, financiar la compra del suelo con el propio censo.

Las posibilidades de esta propuesta son inmensas, hasta el punto de facilitar la rotación habitacional en un momento como el actual de difícil acceso pero también de necesidad de movilidad en un mundo globalizado en el que mañana puede cambiar tu destino laboral o profesional. También facilita la rotación habitacional en las distintas etapas de la vida; porque no tienes las mismas necesidades a los 20 que a los 60 o una persona soltera que una pareja o una familia numerosa.

 

Luis Solana